miércoles, 8 de octubre de 2014

Montaña rusa

Este es el título idóneo para la entrada de hoy. Y es que así es como están mis emociones últimamente... De repente me vengo abajo y pienso: tengo que estar preparada para lo que sea, tengo que tener claro que puede que no me quede embarazada, que puede que este campeón, por lo que sea, no se quede agarradito a la "tripa" de mamá. Sé que no tengo que pensar en negativo, pero claro, ¡¡es que puede pasar!! Hay otros momentos en los que me vengo arriba y pienso: Es un campeón, con las 3 doctoras con las que he hablado por teléfono me han dicho que es un "super-embrión", que es de muy buena calidad... Así que este pequeño campeón, es más que probable que se agarre fuerte fuerte fuerte y se quede conmigo la mar de agustito.

Ya me bajó la regla y estoy poniéndome dos parches de Evopad cada 72 horas. El viernes voy a la clínica para que me hagan una ecografía para ver como va mi útero, que espero que esté poniéndose bien fortote para poder recibir lo antes posible a nuestro embrioncito.

Tengo que confiar en este campeón, tengo que ser fuerte como él y pensar que todo saldrá bien. Cuesta un mundo, ¡pero lo conseguiré! Cada vez que me venga un pensamiento negativo, o me invada ese miedo que en muchos momentos me paraliza, le daré la vuelta al pensamiento y me enfocaré en mandarle fuerza al pequeñín, le hablaré y le diré: aquí estoy, aquí estamos tu papi y yo, esperándote con los brazos abiertos, y con todo el Amor del Mundo. Porque así es, el Amor que siento por ti es ya enorme y este Amor es el que me está dando fuerzas para ser positiva. ¡¡Mucha fuerza campeón, te queremos mucho!!


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